(SAN JOSÉ, COSTA RICA 07-NOVIEMBRE, 2017-). La mejor de las historias puede perderse en el caos y la oscuridad. Para escribir no basta con la inspiración y el esfuerzo. Para escribir es preciso saber qué queremos contar y cómo.
En ese qué, que involucra al tema, y en ese cómo, que nos vincula con la forma, está el gran secreto para acercarse a la narrativa.
Detrás de ese qué y ese cómo lo que hay es mucho trabajo, mucho estudio, muchas lecturas, en fin, todo un conjunto de técnicas que nos permitirán contar con las herramientas idóneas para alcanzar el objetivo que pretendemos con nuestra historia.
Sin importar si se hace por medio de un cuento, una novela, un ensayo, una novela corta, una crónica o incluso un artículo literario, la clave está en contar con las herramientas para saber narrar.
Para armar una historia es preciso saber definir a los personajes, el punto de vista, los tiempos de la narración, los escenarios, los personajes secundarios, y saber, además, de estilo. ¿Qué es el estilo?, se preguntarán. Para dar respuesta a esta pregunta, escribiremos nuestra próxima columna.
No permita, eso sí, que una gran historia termine marchita y perdida por falta de técnica.