(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 04 DE NOVIEMBRE, 2017). La escritura expresiva, como se denomina a una corriente que se emplea a caballo entre la literatura y la psicología, rinde grandes beneficios a quienes la practican.
La escritura expresiva consiste en poner en blanco y negro las sensaciones, las emociones, los sentimientos sobre determinada situación.
A diferencia de los talleres literarios, en los que interesa la estructura y los elementos formales de la historia, en la escritura expresiva lo que importa es el contenido en sí mismo.
Un estudio determinó, incluso, que la escritura expresiva tiene efectos físicos positivos para aquellos quienes la practican. Un grupo de adultos entre 64 y 97 años fue sometido a un experimento que consistía en que les hacían una pequeña herida y luego divididos en dos bloques. Uno de ellos practicó la escritura expresiva durante 20 minutos durante dos semanas y el otro no.
Los porcentajes de sanación del grupo que escribió fue muy superior (76,2 por ciento) en relación con aquel que no realizó la práctica de la escritura (42,1).
Pioneros en la investigación de la escritura expresiva como James W. Pennebaker, de la Universidad de Texas, han descubierto que la escritura expresiva tiene efectos terapéuticos sobre las emociones y los estados de ánimo. Es decir, que la escritura expresiva tiene un gran valor terapéutico.